Cuando hace unos años empezaron a aparecer aplicaciones destinadas a transformar las series de Netflix en algo más cercano a los vídeos de TikTok, en formato corto y vertical, la gran mayoría nos preguntamos de dónde narices había nacido esa moda que nadie había pedido y cuánto tardaría en desaparecer. A la alegría que supuso haber dado en el clavo por una vez frente a este tipo de fiebres descabelladas, faltaba sumarle una sorpresa adicional: China.
Si bien es cierto que el desarrollo occidental de ese tipo de formatos de series con capítulos de un minuto demostró tener los días contados, al otro lado del mundo China vio cómo la idea empezaba a crecer de forma descontrolada. A estas alturas de la película, no sólo es en una industria a tener muy a tener en cuenta, sino también una lo suficientemente grande como ingresar el equivalente al 70% del mercado cinematográfico del país asiático. No es poca cosa.
Los microdramas que quieren comerse a Netflix 2rr2i
Según recogen datos recientes de Sensor Tower, las aplicaciones para ver estos microdramas alcanzaron en marzo de 2025 un total de 950 millones de descargas a nivel mundial. Lo sorprendente aquí no es ver cómo se ha dado a conocer este concepto fuera de China, sin el hecho de que haya llegado para quedarse.
Con un mercado que terminó ingresando en China cerca de 7.000 millones de dólares en 2024, la comparación con los 5.800 millones que produjeron sus películas da buena cuenta de hasta qué punto ha sido un crecimiento absolutamente demencial. Normal que, por razones obvias, también haya empezado a arrastrar adeptos lejos de allí.
Si bien es cierto que la zona de Asia es donde con más fuerza ha calado, que haya productoras en Reino Unido trabajando en el formato, y que doblajes como el inglés y el español se estén utilizando en series que nacieron con el público oriental en mente, es otro buen ejemplo de cómo está calando con fuerza.
En cierto sentido resulta poco comprensible que estos microdramas, centrados principalmente en relaciones amorosas de película de sobremesa de fin de semana, pero también con hueco para opciones de fantasía e incluso viajes en el tiempo, se hayan ganado un público tan mayoritario y disperso por el globo. Pero hay girito.
Un Netflix gamificado 721h7
Ayuda a entender su éxito el hecho de que, detrás de estas aplicaciones y producciones, están empresas que vienen con varias lecciones bien aprendidas tras haberse hecho un hueco en el mundo de los juegos para móviles y sus tácticas predatorias disfrazadas de gamificación.
Repartidos en capítulos de apenas un minuto, en realidad los 100 fragmentos que dan forma a cada serie podrían ser una película lo más picadita posible y con un ritmo lo bastante acelerado como para que las nuevas generaciones no tengan problemas en engancharse a ellas. Otra forma más de pasar el rato mientras lidian con las esperas habituales del transporte público.
Mediante monedas que puedes conseguir al ver los capítulos iniciales de las series y te servirán para desbloquear los siguientes, la monetización del formato está centrada en que esos pequeños adelantos te sirvan como cebo, y que, frente a la posibilidad de terminar enganchado a varias series a la vez, termines tirando de microtransacciones para poder conseguir esas mismas monedas y ver los capítulos que te faltan.
Que gran parte de estas aplicaciones ya se hayan hecho un hueco en tiendas digitales como las de Apple y Google es el ejemplo perfecto de cómo China sigue marcando tendencia en Occidente, pero más aún de cómo lo que puede estrellarse aquí con fuerza es capaz de terminar volviendo para marcar tendencia gracias a su impulso.
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